Quercus benthamii A. DC., Prodr. 16(2): 29. 1864. Q. baruensis C. H. Mull.; Q. panamandinaea C. H. Mull.; Q. rapurahuensis Pittier ex Seemen.
Árbol, 5–40 m, los tallos con la corteza oscura, esparcida a moderadamente lenticelados, puberulentos cuando jóvenes, luego glabrescentes; estípulas rápidamente deciduas. Hojas con el pecíolo (0.6–)0.8–1.8 cm (a veces más corto en ramas estériles en el sotobosque); lámina 9.5–19(–22) × 4–7(–8) cm, elíptica a angostamente obovada u obovado-elíptica, cuneada en la base, acuminada a caudado-acuminada en el ápice, entera, inconspicuamente revoluta, glabra o glabrada en el haz, variadamente pubescente a lo largo del nervio medio en el envés. Infls. masculinas 5–12 cm, las femeninas 0.3–1.5 cm. Fls. estaminadas crema. Frs. en un pedúnculo 0.4–2(–2.3) cm, 2–4 agrupados (o solitarios con algunos abortivos), 1.7–2.2 × 1.7–2.1 cm, cilíndricos a ampliamente ovoides, con un apículo terminal 1–1.5 mm, densamente tomentulosos; copa verde canela a canela, 0.5–1 × 1.9–2.3 cm, cortamente campanulada, densa y diminutamente tomentulosa.
Bosque muy húmedo, pluvial y de roble, bosques secundarios y márgenes de ríos, (450–)650–2200(–2650) m; ambas verts. Cord. de Talamanca, vert. Pac. Cord. Central, Cerros de Escazú, Cerro Caraigres, S Fila Costeña, cuenca del Río Grande de Candelaria, Pen. de Osa. Fl. nov. S Méx. (Chis.)–O Pan. (G. Herrera 4125; CR, MO)
Aunque se puede confundir con Quercus bumelioides y Q. salicifolia, Q. benthamii se reconoce por sus tallos con la corteza oscura, estípulas deciduas y hojas por lo general largamente pecioladas.
Al parecer, material (incluso del tipo) de la entonces aún no descrita Quercus sarahmariae fue incluido en este concepto de Q. benthamii.