Philodendron rojasianum Standl. & Steyerm., Publ. Field Mus. Nat. Hist., Bot. Ser. 23: 3. 1943.
Bejuco epífito, divergentemente ramificado, tendido sobre pendientes o acantilados (por lo menos las plantas más jóvenes) o que sube hasta por lo menos 2 m arriba del suelo en troncos. Catafilos ausentes. Hojas con el pecíolo 10–18 cm, la vaina horizontalmente divergente, que se extiende hasta dentro de ca. 2 cm de la base de la lámina, libre distalmente y prolongada por (0.1–)0.6–1.6(–2.5) cm; lámina (11.6–)15.1–18.8(–20.5) × (3.7–)4.8–10.2(–13.6) cm, subobovada o (mucho más frecuente) amplia a angostamente ovada o angostamente elíptica a lanceolada, ampliamente cuneada a truncada o redondeada a subcordada en la base, con 9–15(–17+) venas laterales primarias por lado. Infls. 1 por axila, terminales en las ramas; pedúnculo 1.3–2.2 cm; espata con el tubo verde claro internamente; espádice ca. 9.1–9.6 × 0.9–1.35 cm. Frs. maduros de color desconocido.
Bosque muy húmedo, ca. 1450 m; vert. Pac. N Cord. de Talamanca (vecindad de La Ese de Pérez Zeledón). Fl. ene., may.–jul. (Guat.). S Méx. (Chis.) y Guat., CR. (Grayum et al. 9949; CR, MO)
Philodendron rojasianum, conocida de CR de una sola muestra estéril, se caracteriza por su hábito ramificado y rígidamente escandente y hojas con el pecíolo totalmente envainado, con la vaina horizontalmente divergente, y la lámina más bien pequeña, no cordada y con numerosas venas laterales primarias, así como por sus infls. solitarias y terminales en las ramas. La única sp. potencialmente simpátrica con que se podría confundir es P. aurantiifolium (especialmente P. a. subsp. calderense); ver la clave (copla 11) para aspectos distintivos. Comparar también con P. burgeri y P. tuerckheimii, que ocurren en elevaciones más bajas.
El único sitio conocido en CR para esta sp. es un pedazo de bosque altamente perturbado a lo largo de la Carretera Interamericana en las faldas del Cerro de La Muerte, por el lado del Valle de General.