Ficus rensoniana S. Calderón & Standl., J. Wash. Acad. Sci. 13: 367. 1923; F. hondurensis Standl. & L.O. Williams, F. cotinifolia var. hondurensis (Standl. & L.O. Williams) C.C. Berg.
Arboles o arbustos, hasta 10 m de alto, iniciándose como epífitos pero potencialmente tornándose árboles independientes; ramas jóvenes densamente hirsutas, café-dorado claras. Hojas ovadas a obovadas, a veces elípticas, 6–16 cm de largo y 4–7.5 cm de ancho, redondeadas a obtusamente agudas en el ápice, ampliamente cuneadas, redondeadas, truncadas a cortamente cordadas en la base, glabras en la haz, hirsutas con suaves tricomas dorados en el envés, lisas y subcoriáceas cuando secas, 5–7 pares de nervios secundarios, enlazados formando un marcado nervio submarginal, nervios terciarios distintos; pecíolos 1–5 cm de largo, hirsutos, estípulas 0.8–2 cm de largo, seríceas. Higos 2 por nudo, obovoides, 0.8–1 cm de diámetro, glabros, verdes a rojos, ostíolo cónico y obscuro cuando seco, pedúnculos 3–10 mm de largo, hirsutos, brácteas basales 2, ca 2 mm de largo, densamente pubescentes.
Común, bosques secos estacionales, zonas pacífica y norcentral; 140–1200 m; Moreno 16213, Stevens 21521; Honduras a Costa Rica. F. rensoniana se reconoce por las hojas, los pecíolos, las estípulas, las brácteas y los pedúnculos café-dorado hirsutos y los higos glabros, obovoides con un prominente ostíolo cónico. Está estrechamente relacionada con F. crassinervia pero esa última es completamente glabra.