Eugenia tapacumensis O. Berg, Linnaea 27: 222. 1856.
Árbol, ca. 6–10 m; ramitas con la corteza canela o gris, las ramitas jóvenes glabras. Hojas con el pecíolo 0.5–0.7 cm; lámina 6–10 × 2–5 cm, ovada o elíptica, cuneada en la base, aguda en el ápice, papirácea, glabra en ambas caras, con 14–18 nervios secundarios por lado, que se encorvan abruptamente hacia abajo cerca del nervio medio, levantados en el envés. Infls. axilares y a veces caulifloras, solitarias, de 2–10 fls. fasciculadas. Fls. aromáticas, con pedicelo 5–8 mm, las bractéolas connatas y que forman un involucro 2–2.5 mm de diám., glabro, persistente; hipanto 1–1.5 mm, globoso, ligera y esparcidamente puberulento con tricomas rectos o recurvados, el disco 1.5–2 mm de diám.; sépalos subiguales, 0.5–1 mm, deprimido-ovados, persistentes y erectos en fr.; pétalos 6.5–7.5 mm, elípticos; estambres 130–160. Frs. de color desconocido en la madurez, 0.8–1 cm, globosos, el pericarpio delgado, glabro o muy esparcidamente pubescente, glandular.
Bosque muy húmedo, 600–1100 m; NO vert. Carib., cuenca del Río Sapoá (Cerro El Hacha), vert. Pac. y cerca de la División Continental, Cord. de Guanacaste. Fl. ago. CR y Pan., Perú y Bol., Ven., Guayanas, Bras. (Espinoza 108, CR)
Eugenia tapacumensis se distingue por sus láminas foliares ovadas o elípticas, agudas en el ápice, glabras y con los nervios secundarios curvados hacia abajo cerca del nervio medio y por sus infls. de fls. fasciculadas, con las brácteas connatas y que forman un involucro prominente, dilatado.