Faramea scalaris Standl., Contr. U. S. Natl. Herb. 18: 139. 1916.
Arbolito o árbol, 1.5–5 m, glabro; estípulas connatas alrededor del tallo, 0.4–0.7 cm, redondeadas a deltadas, con arista 0.5–2 mm, deciduas (a veces por fragmentación). Hojas con pecíolo 0.3–0.8 cm; lámina 7–18 × 2–10 cm, elíptico-oblonga a oblanceolada, papirácea y (a veces) abollada, con 10–18 nervios secundarios por lado reunidos en un nervio submarginal bien desarrollado, recto o levemente sinuado. Infls. terminales, violeta o azules, con pedúnculo 0.8–1.5(–8) cm, cimosas, 4–7 × 5–9 cm, piramidales a redondeadas, de numerosas fls.; brácteas ca. 1 mm, lineares. Fls. con pedicelo 2–5 mm; cáliz con el limbo 0.3–0.5 mm, denticulado, los dientes ca. 0.1 mm; corola violeta o azul, en forma de trompeta, el tubo 5–6 mm, los lóbulos ca. 4 mm. Frs. morado oscuro, ca. 0.8 × 1.5–1.6 cm, oblatos y lateralmente aplanados, lisos o 6–8-acostillados.
Bosque muy húmedo, ca. 850 m; vert. Carib. N Cord. de Talamanca (Fila Matama). Fl. (Pan.) feb.–abr., oct., dic.; fr. (CR) abr. (inmaduro). CR y Pan. (Robles & Chacón 2692; CR, MO)
Faramea scalaris se reconoce por sus hojas (más grandes en ramas vegetativas que en las ramas floríferas) cortamente pecioladas, la lámina con los nervios submarginales bien desarrollados. Es similar a F. suerrensis, con hojas más obviamente pecioladas, y a F. trinervia, que se distingue por sus fls. más grandes.
Dado que esta sp. se conoce en CR por solamente el testigo citado, la descripción está hecha principalmente con base en material de Pan.