Aegiphila valerii Standl., J. Wash. Acad. Sci. 15: 481. 1925.
Arboles 8–40 m de alto; ramitas subteretes, 3–7 mm de ancho, ramitas jóvenes abundantemente tapizadas con tricomas adpresos amarillos. Hojas elíptico-obovadas, 12–27 cm de largo y 5–13 cm de ancho, ápice agudo, obtuso-redondeado (acuminado), base largamente cuneada (aguda), ligeramente puberulentas, cartáceas a membranáceas; pecíolo abundantemente tapizado con tricomas adpresos amarillos o densamente puberulento con tricomas cortos blancos. Inflorescencia cimas axilares, 1.2–2 cm de largo y 1.1–2 cm de ancho, cimas densas con pocas flores (ca 15), pedúnculo 0.5–1 cm de largo, frecuentemente verrugoso, tapizado con tricomas amarillos y en su mayoría adpresos, pedicelo 2–5 mm de largo, pedicelo y cáliz con una cubierta densa de tricomas amarillos, no tapizados; cáliz 4–5 mm de largo y de ancho, ápice undulado o ligeramente lobado; corola con tubo 4–7 mm de largo, lobos 4–5 mm de largo. Fruto globoso, 8–10 mm de largo y 6–13 mm de ancho, ápice deprimido o redondeado, glabro; cáliz fructífero cupuliforme, 3–6 mm de largo y 12–16 mm de ancho, ápice rasgándose en lobos, puberulento y verrugoso.
Esperada en Nicaragua en bosques secos a húmedos; México, Guatemala y Costa Rica. Ha sido erróneamente identificada como A. anomala Pittier, una especie que se diferencia por sus flores mucho más grandes, con el cáliz 5–10 mm de largo, los lobos de la corola 5–12 mm de largo y los pedúnculos cortos, 0.5–4 mm de largo. También puede ser confundida, cuando en fruto, con A. monstrosa ya que el pedúnculo puede pasar desapercibido; sin embargo las diferencias en pubescencia pueden ser usadas para diferenciarlas.