31. Coutaportla Urb.
Lorencea Borhidi
Por H. Ochoterena.
Árboles inermes, terrestres, las flores bisexuales. Hojas opuestas, decusadas, isofilas, enteras, la base decurrente, comúnmente con domacios barbados; nervadura menor no lineolada; estípulas interpeciolares y muy cortamente intrapeciolares, ampliamente triangulares, persistentes, adpresas y erguidas, resinosas. Inflorescencias en dicasios simples o compuestos, terminales en las ramas principales o laterales, rara vez axilares, pedunculadas, bracteadas. Flores pediceladas, homostilas, fragantes; limbo calicino lobado casi hasta la base, los lobos 4 o 5, sin calicofilos; corola infundibuliforme, blanca, en el interior glabra, los lobos 4 o 5, quincunciales, deltoides; estambres 4 o 5, los filamentos insertados en la base de la corola, cortamente connatos, las anteras basifijas, sagitadas en la base, incluidas; estigmas en dos líneas longitudinales a lo largo del estilo, incluidos; ovario 2-locular, los óvulos 2-5 por lóculo, basales. Frutos en cápsulas, elipsoidales a circulares, comprimidas perpendicularmente al septo, primero cortamente loculicidas desde el ápice y luego profundamente septicidas, leñosas, acostilladas, sin lenticelas; semillas 2-5 por lóculo, aplanadas, conectadas a la placenta por el margen, orientadas verticalmente, oblongas, sin ala, el margen engrosado. 4 spp. Norte de México a Guatemala.
En Mesoamérica se encuentra sólo una especie del género, la cual extiende su distribución hasta Veracruz. Todas las especies tienen distribución relativamente restringida, claramente aislada entre sí y en hábitats que se han catalogado como relictos, como es el caso de barrancos con alto nivel de endemismo (Sierra de la Paila, Coahuila, México, donde se localiza Coutaportla pailensis Villarreal) o el bosque mesófilo de Chiapas, donde se encuentra C. guatemalensis. La especie de Mesoamérica representa, dentro de la variación morfológica del género, el mayor extremo de tamaño del género (las otras dos especies son arbustos pequeños a arbolitos pequeños) y de sus órganos, incluyendo el número de partes florales, que en C. ghiesbreghtiana (Baill.) Urb. es típicamente de cuatro mientras que en la especie mesoamericana es típicamente de cinco. La forma de la flor es constante y muy característica del género, aunque Coutarea campanilla DC. de Venezuela tiene flores muy similares. El tipo de placentación también es característico del género, aunque en Coutaportla ghiesbreghtiana la placenta divide al fruto verticalmente en dos lóculos. Las semillas son características y constantes en el género. No hay características de C. guatemalensis que apoyan su separación como género monotípico, como propuso Borhidi. Poco se sabe sobre la biología de las especies en este género, así que por el momento no se ha comprobado si sus especies son protándricas o no.
Bibliografía: Lorence, D.H. Syst. Bot. 11: 209-213 (1986). Urban, I. Symb. Antill. 9: 146-147 (1923).