14. Conostegia macrantha O. Berg ex Triana, Trans. Linn. Soc. London 28: 97 (1871 [1872]). Lectotipo (designado por Schnell, 1996): Costa Rica, Oersted 12 (BR). Ilustr.: no se encontró.
Por F. Almeda.
Arbustos gruesos o árboles pequeños hasta 15 m; ramas superiores con nudos engrosados y líneas o crestas interpeciolares bien definidas. Yemas vegetativas jóvenes, inflorescencias y botones florales cubiertos por pelos sésiles estrellados, estos a veces inconspicuos, la superficie adaxial de los pecíolos y las regiones interpeciolares cubiertas por pelos 0.5-1.5 mm, simples o ramificados, las nervaduras y vénulas del envés típicamente cubiertos por pelos ramificados y estrellados en estípites hasta c. 0.5 mm. Hojas 8-30 × 5.1-12.4 cm, ovadas a elípticas, 5-nervias, la base aguda a obtusa, los márgenes enteros a denticulados, el ápice agudo a acuminado a obtuso. Inflorescencias 6-18 cm; pedicelos 5-15 mm; brácteas ausentes en la antesis. Botones florales 8-13 mm, globosos a anchamente obovoides, la base redondeada a aplanada en la base, el ápice redondeado y típicamente mucronado, marcadamente tuberculados, las partes calicinas y del hipanto sólo vagamente diferenciadas. Pétalos 7-10, 14-16 mm, el ápice obovado y setoso, blancos. Estambres 28-45; tecas de las anteras 4-4.5 mm. Estilo 7-10 mm, envuelto en la base por un collar acostillado, estigma expandido formando un anillo crateriforme de lobos lateralmente aplanados; ovario 18-25-locular, la pared c. 1.5 mm de grosor. Bayas maduras 14-18 mm de diámetro, esféricas y ligeramente aplanadas, negro-purpúreas; semillas c. 1 mm, angostamente elipsoidales y aplanadas en un extremo. Localmente común en pastizales y remanentes de bosques de neblina. CR ( Almeda y Nakai 3668, CAS); P ( Correa et al. 9948, CAS). 1200-2700 m. (Endémica.)
Esta especie está básicamente restringida a los suelos volcánicos de la Cordillera Central de Costa Rica y la región volcánica del O. de Panamá. Es simpátrica con Conostegia oerstediana y C. pittieri en la mayor parte de su área de distribución, pero en general parece mantener su integridad morfológica sin señales de hibridación. Véase a Schnell (1996) para una discusión sobre un evento raro de introgresión entre C. macrantha y C. oerstediana o C. volcanalis.