Perennes cespitosas o rizomatosas; tallos 25–100 cm de alto y 1–3 mm de ancho, erectos, simples; entrenudos glabros; nudos pilosos. Hojas basales y caulinares; vainas generalmente papiloso-hirsutas, a veces glabras, ciliadas; cuello piloso o raramente glabro; lígula 0.3–0.5 mm de largo, ciliolada; láminas 13–33 cm de largo y hasta 5 mm de ancho, aplanadas o plegadas, pilosas o glabras, el ápice obtuso. Inflorescencias 1–2, 5–19 cm de largo, terminales y axilares, eje hasta 4 cm de largo, racimos 3–7, hasta 11 cm de largo, ascendentes, el raquis 0.3–0.5 mm de ancho, triquetro, escabriúsculo marginalmente; espiguillas 2.5–3.3 mm de largo, generalmente pilosas, raramente glabras o casi glabras; gluma inferior raramente presente; gluma superior y lema inferior 4–5-nervias, los márgenes generalmente pilosos, raramente glabros; flósculo superior 0.1–0.3 mm más corto que la espiguilla, pajizo, puberulento en el ápice; anteras 1.5–1.8 mm de largo.

Común, sabanas, zona atlántica; 0–475 m; fl y fr abr–ago; Stevens 7829, 22432; México a Colombia, también en Cuba. Esta especie es interpretada en un sentido amplio. Es muy variable en cuanto a la pilosidad foliar y de las espiguillas, al desarrollo de la nervadura media de la gluma superior y de la lema inferior, al tamaño de la espiguilla y a la producción de rizomas cortos. Los extremos de variación de varios de estos caracteres han sido nombrados, pero con los numerosos ejemplares ahora disponibles, es evidente que existe una completa intergradación. Contrariamente a la opinión de Black de que las láminas son agudas en la colección tipo, en realidad las láminas no dobladas son obtusas.