8. Pteris longifolia L., Sp. Pl. 1074 (1753). Lectotipo (designado por Proctor, 1977): Plumier, Descr. Pl. Amér. t. 18 (1693).
Por R.C. Moran.
Pteris longifolia L. var. angusta H. Christ?
Rizoma cortamente rastrero; hojas 0.3-0.9 m; pecíolo casi la mitad de largo que la lámina, escamoso, inerme, pajizo; lámina 10-25 cm de ancho, 1-pinnada, la base gradualmente reducida; pinnas basales y suprabasales 25-40 pares, 4-10 mm de ancho, de igual forma, estrechamente lineares, no bifurcadas, oscuramente serradas (donde no soríferas), la base conspicuamente auriculada sobre ambos lados, articulada al raquis, no cartilaginosa; raquis y costa escamosos, inermes, pajizos, sin aristas; nervaduras libres; 2n=116. Bancos de caminos, laderas rocosas, acantilados, lugares perturbados. T (Matuda 3535, MO); Ch (Croat 40361, MO); B (Dwyer et al. 261, MO); G (Harmon y Dwyer 2681, MO); H (Hernández 77, MO). 200-1900 m. (S. Florida, S. Texas, México, Mesoamérica, Antillas.)
Pteris longifolia es a veces difícil de distinguir de P. vittata. El mejor carácter para separarlas son las bases articuladas de las pinnas en P. longifolia. Estas bases tienen una capa de abscisión oscura y generalmente las uniones con los raquis engrosados. Sin embargo, a menudo las bases están ocultas por escamas o pueden no estar bien desarrolladas. Pteris vittata nunca tiene raquis engrosados en el punto de unión con la pinna. Scamman (1961b) citó a P. macrodictya H. Christ como un posible sinónimo de esta especie; sin embargo, ese nombre es un sinónimo de Neurocallis praestantissima (Christ, 1907).