Anthurium spectabile Schott, Oesterr. Bot. Z. 8: 181. 1858. A. longispathum Schott.
Epífita péndula; tallo muy corto u obsoleto, con raíces alargadas, gruesas; catafilos que se desgastan a fibras persistentes. Hojas con el pecíolo 14–72 cm, plano a ampliamente sulcado arriba con los márgenes obtusos a agudos, agudamente triacostillado por debajo; lámina simple, péndula, 55–132 × 13.5–36 cm, lanceolado-elípticau oblongo-lanceolada, ampliamente cuneada a redondeada o (a menudo) subcordada en la base, eglandular. Infls. con el pedúnculo divergente, 13–40 cm, subcilíndrico; espata ± espiraladamente rizada, verde (a menudo teñida de purpúreo), ca. 15–30 × 3–4 cm, lanceolada, cordulada en la base; espádice verde amarillento (que llega a ser cafezuzco), 19–45+ cm, estipitado por hasta ca. 1 cm. Frs. maduros anaranjados.
Bosque muy húmedo, 300–800 m; vert. Carib. Cords. Central y de Talamanca. Fl. ene., feb., abr., may., jul., ago., oct. ENDÉMICA. (Grayum et al. 7939; CR, MO)
Anthurium spectabile, una sp. escasa de la vert. Carib., se reconoce por su hábito de epífita péndula, catafilos fibrosos, hojas con el pecíolo agudamente triacostillado por debajo y la lámina alargada y ancha, a menudo subcordada en la base y eglandular, infls. con el pedúnculo relativamente corto y la espata más o menos espiraladamente rizada y frs. maduros anaranjados. Aunque bastante distinta de cualquier otra Anthurium sp. en CR, es más parecida a A. ranchoanum y las spp. enumeradas bajo A. protensum, todas con pecíolos cilíndricos excepto A. seibertii (con espádices más cortos).