Ficus pertusa L. f., Suppl. pl. 442. 1782. F. padifolia Kunth; Urostigma sapidum Liebm.
Arbusto o árbol, hasta ca. 14 m, regularmente epífito. Estípulas 0.5–1.5 × 0.1–0.3 cm, glabras o puberulentas. Hojas con la lámina 4–11 × 1–5 cm, angostamente elíptica a elíptico-oblonga, glabra en ambas caras, con (4–)7–12(–20) nervios secundarios por lado. Higos pareados, 0.6–1.3 cm de diám., usualmente glabros, con pedúnculo 0.4–1 cm; brácteas 2, 0.1–0.2 cm; ostíolo elevado y rodeado por un collar 0.1–0.2 cm, ± cónico.
Bosque muy húmedo, pluvial y nuboso, 0–2000+ m; vert. Carib., Llanuras de Los Guatusos, de San Carlos y de Tortuguero, Baja Talamanca (Fila Carbón), ambas verts. todas las cords. principales, Cerros de La Carpintera, vert. Pac., Cerros de Escazú, Cerro Turrubares, P.N. Carara, región de Golfo Dulce, Isla del Coco. Fr. ene.–dic. S Méx.–Bol. y Ven., Guayanas, Bras., Par., Antillas Mayores (Jam.). (J. González & Morales 281, CR)
Se reconoce por sus láminas foliares a menudo angostamente elípticas, con la nervadura poco evidente y sus higos con el ostíolo elevado en un cuello cónico. Es similar a Ficus citrifolia, pero la última posee láminas foliares más grandes con el pecíolo más largo.