Paspalum pectinatum Nees ex Trin., Sp. gram. t. 117. 1828.
Planta cespitosa; tallos 30–110 cm. Hojas con la vaina redondeada, hirsuta apicalmente; lígula hasta ca. 0.1 cm, inconspicua; lámina 9–62(–68) × 0.3–0.8 cm, linear, aplanada, hirsuta. Infls. terminales, solitarias, 4.5–7.5 cm; racimos (1)2 o 3, usualmente conjugados y falcados, el raquis 2–2.5 mm de ancho, alado y membranáceo. Espiguillas en 2 filas, solitarias, 4.5–7 mm, lanceoloides, agudas, aladas, ciliadas; gluma inferior ausente; gluma superior tan larga como las espiguillas, 3–5-nervadas, la lema del flósculo inferior más corta que la gluma superior, trinervada; flósculo superior 4.1–4.5 mm.
Bosque húmedo y muy húmedo, pastizales y sabanas, 150–1100 m; NO vert. Carib., cuenca del Río Sapoá, vert. Pac. Cords. de Guanacaste y de Tilarán, N Cord. de Talamanca, N Fila Costeña (vecindad de Térraba), llanuras de Guanacaste, Pen. de Santa Elena, región de San Mateo, Valle de General, cañón del Río Grande de Térraba. Fl. may.–set. S Méx.–Col., Bol., Ven., Guayanas, S Bras., Par. (J. F. Morales 5517; CR, MO)
Paspalum pectinatum se distingue de P. stellatum por sus racimos con el raquis más angosto y espiguillas más largas.
Esta suele ser una especie algo común y fácil de reconocer en las sabanas durante su tiempo de floración.