Oldenlandia corymbosa L., Sp. pl. 119. 1753. Hedyotis corymbosa (L.) Lam.
Planta 0.1–0.6 m, glabrada; estípulas 0.05–0.3 cm, las cerdas hasta ca. 0.2 cm. Hojas con la lámina 0.7–3 × 0.05–0.7 cm. Infls. sésiles o con pedúnculo 0.2–0.8 cm, umbelado-cimosas (de 2–4 fls.) o de 1 fl. solitaria. Fls. con el pedicelo 2–8 mm; limbo del cáliz con los lóbulos 0.5–1.5 mm, a menudo desiguales; corola a menudo rosada, el tubo 0.5–1 mm, los lóbulos 0.5–1 mm. Frs. 0.15–0.2 cm; semillas ca. 0.3 mm.
Bosque seco, húmedo, muy húmedo y pluvial, grietas de pavimentos de zonas urbanas y orillas de ríos, 0–1200 m; vert. Carib. Cord. Central, Llanuras de San Carlos y de Tortuguero, Baja Talamanca, vert. Pac., S Pen. de Nicoya, Chomes, vecindad de Puntarenas a vecindad de Tárcoles, Valle Central, P.N. Carara, vecindades de Puerto Quepos y de Puerto Cortés, región de Golfo Dulce, Isla del Coco. Fl. ene.–dic. Nativa de los tróps. y subtróps. de África y Asia, introd. y naturalizada SE EUA, Méx.–Bol. y Ven., Trin., Guayanas, Bras., Antillas, Bahamas, Hawai. (Grayum 8597; CR, MO)
Oldenlandia corymbosa se reconoce por sus infls. generalmente pedunculadas y umbelado-cimosas. Se distingue de O. lancifolia también por sus corolas a menudo rosadas, de menor tamaño, y frs. de menor tamaño.