Anthurium bakeri Hook. f., Bot. Mag. 102: pl. 6261. 1876. A. turrialbense Engl.
Terrestre, epilítica o (mucho más frecuente) epífita de tronco; tallo obsoleto, con raíces ± delgadas; catafilos persistentes como fibras. Hojas con el pecíolo (1.5–)8–27 cm, plano arriba con los márgenes subagudos, redondeado por debajo; láminas simple, más pálida en el envés, (13.5–)19–60 × (1.7–)2.3–10.5 cm, angostamente elíptica a oblanceolada, negro-glandular en el envés. Infls. con el pedúnculo erecto-divergente, 5.5–31 cm, cilíndrico; espata reflexa, verde, 1.5–4.2 × 0.4–1.3 cm, oblongo-lanceolada; espádice blanco, 1.2–9.5 cm, estipitado por hasta ca. 0.4 cm. Frs. maduros rojos.
Bosque muy húmedo y pluvial, 0–1450 m; todo el país. Fl. ene.–dic. S Méx. (Chis.)–Ecua. y Ven. (Kernan 1185; CR, MO)
Anthurium bakeri, común y difundida en CR, se distingue por su hábito bajito, láminas foliares pálidas en el envés, angostas, con las venas colectivas impresas en el haz y negro-glandulares en el envés, espádices blancos y frs. maduros rojos. La única sp. con que se podría confundir es A. lancifolium (ver clave, copla 19).