Anthurium tonduzii Engl., Bot. Jahrb. Syst. 25: 376. 1898.
Terrestre o (más frecuente) epífita, ± rastrera; tallo hasta al menos 77 cm y 0.6 cm de diám., con raíces nodales alargadas, delgadas; catafilos deciduos ± intactos. Hojas con el pecíolo 1.5–12.5 cm, canaliculado arriba con los márgenes agudos, redondeado por debajo; lámina simple, 5.5–12.7 × 3–8.8 cm, ovada a subelíptica, ampliamente cuneada a redondeada o cordulada en la base, negro-glandular solo en el envés. Infls. con el pedúnculo erecto-divergente, 11–20.5 cm; espata verde (a veces con líneas o márgenes rosados), 3.5–4.5 × 0.9–1.2 cm, lanceolado-oblonga; espádice rojizo o purpúreo, 3.2–3.7 cm, estipitado por 0.4–1 cm. Frs. maduros blancos.
Bosque muy húmedo y pluvial, 1100–1500 m; ambas verts. Cord. de Talamanca, vert. Pac., N Fila Costeña. Fl. mar., jul. CR–NO Col. (G. Herrera 5376; CR, MO)
Anthurium tonduzii se caracteriza por sus catafilos intactos y láminas foliares negro-glandulares en el envés, una combinación compartida entre sus congéneres en CR con solo A. paludosum. De la última sp., A. tonduzii difiere consistentemente en su tallo alargado y más delgado, láminas ovadas a subelípticas y hábitat de elevaciones mucho más altas.
Esta es una sp. rara en CR, conocida de solo unos seis sitios.