Monstera obliqua Miq., Linnaea 18: 79. 1844. M. pittieri sensu Fl. Pan. (pro parte), non Engl.
Bejuco epífito sobre troncos en el sotobosque, fértil ca. 2 m arriba del suelo. Hojas de plantas juveniles con la lámina no aplastada al substrato. Hojas de plantas adultas con el pecíolo ca. 9.5–16 cm, ± liso, envainado hasta el genículo, la vaina finalmente decidua; lámina 14–23 × 4–8 cm, angostamente elíptica a lanceolada, cuneada en la base, membranácea a delgadamente coriácea, entera, escasamente o (más frecuente, en CR) no perforada, con 4–6 venas laterales primarias por lado. Infls. con el pedúnculo 10–14.5 cm; espata amarillenta (Barringer et al. 3489, MO); espádice ca. 4.5 × 1 cm. Infrs. anaranjado apagado.
Bosque húmedo y muy húmedo, 0–100+ m; vert. Carib. E Cord. de Talamanca (Alto Urén), Baja Talamanca (región de Sixaola; Bribrí). Fl. jul., oct., nov. CR–Bol. y Ven., Trin. & Tob., Guayanas, Bras. (Grayum et al. 4458; CR, MO)
Monstera obliqua, que solo se mete a CR en el rincón SE extremo del país, se reconoce fácilmente por su hábito tenue, sus láminas foliares simples, negruzcas (cuando secas), más bien pequeñas, angostas, con pocas venas laterales primarias, y (especialmente) sus infrs. más o menos anaranjadas. La única otra sp. del género en CR con que podría ser confundida es M. pittieri, pero la última generalmente asciende al dosel y tiene pedúnculos mucho más cortos.