Guapira
Ca. 70 spp., SE EUA (S Florida), Méx.–Bol. y Ven., Trin. & Tob., Guayanas, Bras., Par., Antillas, Bahamas; 1 sp. en CR.
Guapira costaricana (Standl.) Woodson, Ann. Missouri Bot. Gard. 48: 62. 1961. Torrubia costaricana Standl., Contr. U. S. Natl. Herb. 13: 385. 1911.
Arbusto o árbol, 3–20 m, dioico. Hojas opuestas; pecíolo ca. 0.5–1 cm; lámina 1.5–18 × 1–6 cm, elíptica u oblongo-elíptica u oblanceolada, aguda a largamente acuminada en el ápice, glabrescente, a veces brillante en el haz, con 5–10 nervios secundarios por lado. Infls. paniculadas o cimoso-tirsoides, 3–8 cm (las femeninas más grandes). Fls. unisexuales, blancas, verdes o moradas, ca. 2–3 mm; cáliz ± campanulado y 5-lobulado (fls. estaminadas) o ± tubular (fls. pistiladas), coroliforme; estambres 5–10, exertos, los filamentos desiguales, connatos en la base; estaminodios presentes (fls. pistiladas), incluidos; pistilo estipitado; estigma fimbriado, exerto; pistilodio presente (fls. estaminadas). Antocarpos carnosos, morado oscuro a negro cuando maduros, 0.8–1.5 cm, ampliamente elipsoides a subglobosos, longitudinalmente estriados cuando secos.
Bosque húmedo, muy húmedo y pluvial, 0–1500 m; vert. Pac. y cerca de la División Continental, Cords. de Guanacaste, de Tilarán y de Talamanca, N Pen. de Nicoya, vecindad de Esparza y de Tivives, P.N. Carara, cuenca del Río Grande de Candelaria, P.N. Manuel Antonio, cañón del Río Grande de Térraba, Pen. de Osa. Fl. feb.–jun. S Méx. y Guat., Nic.–Col. (Haber & Bello 6827; CR, MO)
Se reconoce por su hábito usualmente arborescente, láminas foliares glabrescentes, frecuentemente brillantes en el haz y fls. unisexuales, con las partes reproductivas claramente exertas. Es muy semejante vegetativamente a Neea, cuyas fls. en la mayoría de los casos tienen el androceo y el gineceo incluido en el tubo del perianto.
Se puede distinguir una variación en la forma y color de las láminas foliares entre las plantas de Guapira costaricana recolectadas en las cords., arriba de 900 m en CR y las de las llanuras o valles, bajo esta elevación. Las láminas de las primeras son típicamente oblanceoladas, no brillantes en el haz y con tendencia a agruparse al final de las ramitas, pero en las segundas las láminas son a menudo oblongo-elípticas, brillantes en el haz y sin tendencia a agruparse al final de las ramitas.