Verbesina gigantea Jacq., Icon. pl. rar. 1: 17, t. 175. 1784. V. pinnatifida Sw. Tora.
Arbusto, ginomonoico, 1–4 m, erecto, sin ramificaciones antes de las infls.; tallitos glabros, alados (al menos en plantas juveniles), o exalados. Hojas alternas, el pecíolo hasta ca. 4 cm, o indistinto; lámina 9–51 × 4–22(–25) cm, ampliamente ovada a obovada o (a veces) obovado-elíptica, largamente atenuada y decurrente y (a veces) subamplexicaule en la base, aguda o acuminada en el ápice, pinnatífida o pinnatisecta (con 1–7 lóbulos 2.5–16.5 × 0.6–5.5 cm por lado), o (en ramitas floríferas) no lobulada, de otra forma subentera a denticulada, estrigulosa y casi lisa a levemente áspera en el haz, tomentulosa a serícea y eglandular en el envés. Infls. corimboso-paniculadas (de 25–100+ cabezuelas), 5–80 × 12–40 cm, los ejes tomentulosos a pilósulos. Cabezuelas radiadas, el pedículo 0.2–1 cm; filarios 13–16, en 3 series, adpresos, 5–6 mm (los internos), desiguales (los internos más largos), escariosos, esparcidamente pilósulos a esparcidamente hirsútulos; receptáculo 1–1.5 mm de diám., convexo, las páleas 4–6 mm, esparcidamente pilósulas distalmente. Fls. externas 3–5, la corola blanca, el tubo 1.7–2 mm, pilósulo, la lígula 2–3(–4) × 1–1.5 mm, ovado-elíptica, 5–9-nervada. Fls. internas 15–22, la corola blanca, 2–3 mm, el tubo esparcidamente pilósulo, los lóbulos 0.8–1.1 mm, 2.25–3.1× más largos que anchos. Frs. (2.5–)3–4.5 mm, obovados, biconvexos, glabrados a esparcidamente estrigulosos; vilano de 2 aristas 1.8–2.5 mm, subiguales.
Bosque seco, húmedo y muy húmedo, orillas de caminos, 0–900 m; vert. Pac. Cord. de Tilarán, llanuras de Guanacaste, Pen. de Nicoya, Valle Central (Z.P. El Rodeo). Fl. ene., nov., dic. S Méx.–O Col. y NO Ven., Antillas. (Haber & Zuchowski 10337; CR, MO)
Verbesina gigantea se reconoce por sus tallitos glabros y (a veces) exalados (en plantas adultas) y hojas alternas, con el pecíolo hasta ca. 4 cm, o indistinto, y la lámina a veces subamplexicaule en la base, pinnatífida o pinnatisecta (excepto a veces en ramitas floríferas), así como por sus cabezuelas radiadas y corolas blancas. Se podría confundir con V. myriocephala, pero esta última se distingue por sus tallitos exalados hasta en plantas juveniles y hojas con el pecíolo bien diferenciado (5–29 cm). Comparar también con V. turbacensis.