Veronica persica Poir., Encycl. 8: 542. 1808. V. polita sensu Fl. Guat., Fl. Pan., non Fr.
Planta anual, ca. 0.15–0.4 m, rastrera, los tallos pilosos (a menudo en filas longitudinales). Hojas con pecíolo 0.1–0.7 cm; lámina 0.6–2.4 × 0.4–1.6 cm, ovada, serrada. Infls. terminales, 7–40+ cm, de 5–numerosas fls. Fls. con el pedicelo 10–35 mm; sépalos 4–5 mm, subiguales, obovados a lanceolados, agudos en el ápice, largamente pubescentes hacia la base y ciliados; corola lila o azul (con nervios morados), 8–13 mm de diám.; estilo 1.8–3 mm. Frs. 0.35–0.5 × 0.5–0.9 cm, con hendidura 0.5–1.5 mm, reticulado-nervados, glandular-pilosos; semillas cupuladas, marcadamente rugosas.
Bosque húmedo, muy húmedo y pluvial, áreas abiertas, 1300–2900+ m; vert. Carib. Cord. Central (Volcán Irazú), Valle Central. Fl. ene., mar., may., nov. Nativa de S Eurasia, introd. Alaska y Can.–Guat., CR–Chile y Ven., Bras., Uru., Arg., Antillas Mayores (Jam.), Eur., S África, S China, S Austral., etc. (Khan et al. 327; CR, MO)
Veronica persica se caracteriza por sus hojas cortamente pecioladas, fls. largamente pediceladas, con los sépalos agudos en el ápice, y frs. reticulado-nervados. Ha sido confundida en CR con V. plebeia, la cual difiere vegetativamente por sus tallos recurvado-puberulentos con tricomas hasta ca. 0.1 mm, no septados (vs. hasta ca. 1 mm, marcadamente septados). Ver también la clave (copla 2).
Por sus brácteas apenas reducidas, parecidas a las hojas, las infls. de esta sp. a veces se describen como axilares y de una fl. solitaria.