Cordia truncatifolia Bartlett, Proc. Amer. Acad. Arts 43: 58. 1907[‘1908’].
Árbol, 5–6 m, hermafrodita, caducifolio, densamente ramificado, las ramitas glabradas. Hojas isofilas, el pecíolo 0.6–1.3 cm; lámina 4–7.8 × 3.2–5.7 cm, ampliamente ovada a ovada, obtusa a truncada en la base, aguda a acuminada en el ápice, entera, escabrosa en el haz, suavemente pubescente en el envés con tricomas simples. Infls. opuestas a las hojas, cimosas, hasta ca. 4 cm de ancho. Fls. bisexuales, distilas; cáliz 5–7 mm, campanulado, 5 o 6(7)-lobulado, 10-acostillado, uniformemente pubescente, acrescente; corola blanca, 12–21 mm, en forma de embudo, 5 o 6(7)-lobulada, caduca, los lóbulos 3–10 mm, amplia a angostamente ovados; estambres 5 o 6(7), los filamentos 8–10 mm (libres en los 4.5–7 mm distales), glabros; ovario glabro; estilo 3.1–8.9 mm; estigmas clavados. Frs. verdes a amarillos a anaranjados (cuando maduros), 0.9–1.2 × 0.9–1.2 cm, ovoides y simétricos, glabros, carnosos, completamente envueltos por el cáliz acrescente.
Bosque seco, acantilados rocosos, 50–100 m; N vert. Pac., Isla Bolaños, N Pen. de Nicoya (Punta Mala). Fl. abr. Méx. y Guat., Nic. y CR. (Hammel et al. 23080, CR; A. Herrera 53, USJ)
Cordia truncatifolia se reconoce en CR por sus corolas relativamente grandes, en forma de embudo, y frs. carnosos, completamente envueltos por el cáliz acrescente.