Faramea parvibractea Steyerm., Mem. New York Bot. Gard. 17: 376. 1967.
Arbusto o árbol, 1–20 m, glabro; estípulas connatas en una capa cónica, 0.5–20 cm, sin arista, deciduas. Hojas con pecíolo 0.5–2 cm; lámina 7–17 × 1.5–7.5 cm, elíptico-oblonga, papirácea o cartácea, con 6–10 nervios secundarios por lado reunidos en un nervio submarginal ± débil, sinuado. Infls. terminales, fasciculadas, con pedúnculo (del eje central) 1–2.2 cm, cimosas, 3–10 × 3–10 cm, subglobosas, de numerosas fls. en grupos de hasta 3; brácteas blancas, 6–12 mm, ovadas, deciduas. Fls. muy fragantes, con pedicelo 1–3 mm; cáliz con el limbo 0.5–1.5 mm, truncado a denticulado, los dientes 0.1–0.2 mm; corola blanca, en forma de embudo, el tubo 5–8 mm, los lóbulos 6–10 mm. Frs. de color desconocido, 0.4–0.5 × 0.8–1.2 cm, oblatos (con estípite hasta ca. 6 mm), levemente 4–8-acostillados.
Bosque muy húmedo, 0–700 m; vert. Carib. Cords. Central y de Talamanca, Llanuras de San Carlos y de Tortuguero. Fl. ene.–jun., oct. SE Nic.–Perú y Ven. (Sperry 972; CR, DUKE, MO)
Faramea parvibractea es muy distintiva por sus estípulas que parecen caliptradas y sin arista, infls. con 2–10 pedículos fasciculados (cada uno a menudo con un par distal de brácteas blancas) y fls. cortamente pediceladas, con la corola blanca. Al parecer, las estípulas se parten primero a lo largo y luego se separan de la base. Las hojas a veces son verde amarillo cuando secas (parecidas a las de F. eurycarpa).