Hillia loranthoides Standl., J. Washington Acad. Sci. 18: 165. 1928. H. macrocarpa Standl. & Steyerm.; H. maxonii sensu Taylor (1994, pro parte), non Standl.
Planta 0.8–3 m; estípulas 1.5–4 cm, obtusas a redondeadas en el ápice. Hojas generalmente isofilas, con el pecíolo 0.5–1.5 cm; lámina 2–11 × 1.5–4.5 cm, elíptica o (rara vez) angostamente lanceolada, aguda o acuminada en el ápice, con 3–5 nervios secundarios por lado apenas visibles. Infls. cimosas (de 3 fls.) o (mucho más frecuente) de 1 fl. solitaria. Fls. con el limbo del cáliz 5–10 mm, 4(–7)-lobulado, o nulo; corola blanca, en forma de trompeta, 4-lobulada, el tubo (15–)40–75 mm, los lóbulos patentes, 15–25(–30) mm, redondeados o (raramente) agudos en el ápice; anteras incluidas. Frs. 3–7.5 × 0.5–1.1 cm; semillas 1.5–4 mm.
Bosque muy húmedo y pluvial, 250–1450 m; vert. Carib. Cord. Central, E Cord. de Talamanca, ambas verts. Cords. de Guanacaste y de Tilarán, vert. Pac. N Cord. de Talamanca (región de Tarrazú), Cerro Turrubares, Valle Central, Pen. de Osa. Fl. ene.–ago., oct., nov. S Méx. y Guat., CR y O Pan. (Prov. Bocas del Toro). (Bello & Cruz 844; CR, MO)
Hillia loranthoides se reconoce por sus láminas foliares agudas o acuminadas en el ápice, con los nervios laterales a un ángulo muy agudo, y fls. generalmente 4-meras, con la corola blanca y en forma de trompeta. Entre las Hillia spp. de CR con fls. 4-meras, esta es la única con las láminas agudas a acuminadas en el ápice. Sin embargo, vegetativamente puede ser muy parecida a algunas muestras aquí incluidas en H. palmana, con las láminas subagudas a obtusas o redondeadas en el ápice en una misma muestra.
Recolecciones de la región de Tarrazú (p.ej., Estrada 1564, CR; J. F. Morales 6313, CR) difieren del resto del material de esta sp. por sus láminas foliares abolladas entre los nervios, con la nervadura a un ángulo más abierto, y corolas con el tubo algo más corto (15–40 mm). Aún más notable, una recolección de M.N. Guayabo (Rivera 1978; CR, F, MO) se destaca por sus láminas angostamente lanceoladas, corolas con el tubo ca. 75 mm y los lóbulos hasta 30 mm y agudos en el ápice y ovarios y frs. profundamente acanalados. Además, por lo menos algunas de las fls. tienen el cáliz 7-lobulado. Con más estudio, tal vez se verá la razón de reconocer esta última entidad a algún nivel taxonómico.