Cryosophila cookii Bartlett, Publ. Carnegie Inst. Washington 461: 39. 1935.
Tallo (7–)11–14 m y (11–)14–16(–20) cm de diám. Hojas con el pecíolo ca 140–300 cm; hástula 3–7.4 cm, amplia a ± angostamente deltada; lámina ca. (80–)90–157 × (135–)152–265 cm, partida centralmente hasta dentro de 11–40 cm de la base, cada mitad con 33–40 ribetes y dividida en 6–8 sectores primarios, todos (excepto 1 marginal) secundariamente divididos; nervios transversales conspicuos en el haz. Infls. racemosamente ramificadas; pedúnculo 47.5–81.5 cm, con 8–10 brácteas; raquis 25–46.5 cm, con ca. 15 brácteas, en general caedizas prontamente; raquilas densamente fastigiadas y espiraladas alrededor del raquis, ca. 2.5–8 cm. Fls. (sépalos) 3.7–5.3 mm; estigma + estilo 2.7–3.5 mm. Frs. maduros ca. 2–2.2 × 1.3–1.5 cm, elipsoides.
Bosque muy húmedo, 0–100 m; vert. Carib., Llanuras de Tortuguero y de Santa Clara. Fl. may., jun., ago. ENDÉMICA. (R. Evans 133; CR, MO)
Las infls. racemosamente ramificadas de Cryosophila cookii, con todas las raquilas que salen directamente del eje principal, son únicas dentro del género. Además, se distingue de C. warscewiczii (el único congénere con el cual ocurre simpátricamente) porque la primera es generalmente de tamaño más grande y tiene hojas con el hástula más larga y la lámina menos profundamente partida centralmente y con ribetes más numerosos y nervios mucho más conspicuos, así como infls. con raquilas algo más cortas, fls. más largas y frs. más pequeños.
Cryosophila cookii es una de las palmas mesoamericanas en mayor peligro, conocida por Evans (1995) por solo ca. 100 individuos, esparcidos a través de un área no protegida y principalmente deforestada entre P.N. Tortuguero y Siquirres.