Faramea zamorana Al. Rodr., Novon 12: 536. 2002. F. sp. A sensu Fl. Nic.
Arbusto, ca. 3 m, glabro; estípulas connatas alrededor del tallo (pero que se separan pronto hasta la base), 0.3–0.5 cm, deltadas, acostilladas, con arista 2–6 mm, deciduas. Hojas sésiles o con pecíolo hasta ca. 0.2 cm; lámina 10–20.5 × 3.3–10.5 cm, elíptica o elíptico-oblonga, papirácea o cartácea, con 10–16 nervios secundarios por lado reunidos en un nervio submarginal ± débil, sinuado. Infls. terminales, sésiles o con pedúnculo (del eje central) hasta ca. 0.3 cm, de 3 fls. fasciculadas o 1 fl. solitaria; brácteas estipuliformes y hasta ca. 1 mm, o foliáceas y hasta ca. 7 mm. Fls. con pedicelo 1–17 mm; cáliz con el limbo 14–16 mm, lobulado, los lóbulos 5–6 mm, lineares; corola morada, en forma de embudo, el tubo ca. 18 mm, los lóbulos 6–7 mm. Frs. azul negro, 1–1.8 × 1–1.8 cm, subglobosos, 8-acostillados o -carinados.
Bosque muy húmedo, 0–100 m; N vert. Carib., Llanura de San Carlos (Boca Tapada). Fl. feb. SE Nic. y CR. (Zamora 2549; CR, MO)
Faramea zamorana, rara en CR, se reconoce fácilmente por sus hojas sésiles o subsésiles, con la lámina que seca negruzco, generalmente elíptico-oblonga y subcordada (y amplexicaule) en la base, infls. terminales de tres fls. fasciculadas o una fl. solitaria, fls. con el limbo del cáliz largamente lobulado y la corola morada y frs. 8-acostillados o -carinados. Este último carácter en particular distingue esta sp. de casi todas las otras Rubiaceae centroamericanas. Sin embargo, por la forma de las estípulas, el color de las láminas secas, las infls. de pocas fls. y el tamaño de las fls., es bastante parecida a Faramea spathacea, la cual difiere por sus hojas claramente pecioladas con la lámina aguda en la base y fls. con el limbo del cáliz truncado o dentado.